sábado, 1 de mayo de 2010

3- Entendemos todo.Por ahora.



4- «Yo soy de donde hay un río.De la punta de una loma,de familia con aroma a tierra, tabaco y frío.Soy de un paraje con brío;donde mi infancia surtí;y cuando despuéspartí a la ciudad y la trampa;me fui sabiendo que en Tampami abuelo hablo con Martí.Silvio Rodríguez, por parte de padre, y Domínguez, por parte de madre, nace un 29 de noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños, un pueblo ubicado en un valle muy fértil en La Habana y zona fundamentalmente tabacalera, en el seno de una familia campesina. Su abuelo fue tabaquero y conoció a José Martí, cuando Silvio tan sólo tenia 12 años. Su padre, Víctor Dagoberto Rodríguez Ortega, fue campesino, y siempre fue un hombre liberal y de ideas socialistas. Su madre, Argelia Domínguez León, fue peluquera. Silvio ha manifestado en diversas ocasiones que su afición por la música le viene por parte de su madre, que se pasaba el día cantando boleros y sones santiagueros. Silvio tuvo un tío que tocaba el bajo pero, desde el punto de vista musical, fue su madre la que le dormía con canciones de la trova, se bañaba con danzones, barría con boleros y cocinaba con sones. Su madre debió ser música por vocación, y de hecho ha colaborado esporádicamente con Silvio en algunos trabajos.Silvio ha sido estudiante, alfabetizador, empleado gastronómico, dibujante, soldado, cantante y padre. Fue empleado de la televisión cubana y trabajó con el grupo de experimentación sonora del ICAIC (Instituto Cubano de las Artes y de la Industria Cinematográfica), donde grabó sus primeros discos y canciones. Empezó a escribir poemas a los siete u ocho años. En la revista «Mella» dibujaba una historieta que se llamaba «El Hueco», una historia muy profunda, con textos de Norberto Fuentes. Cuando trabajaba allí, aprendió los primeros acordes de guitarra con su compañero Lázaro Fundora.A los 16 años recomenzó los estudios de piano, pero tuvo que volver a dejarlos cuando, el 4 de marzo de 1964, fue llamado al Servicio Militar Obligatorio -SMO-, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias -FAR-. Silvio partió rumbo a la región más occidental del país. Tenía 17 años cuando le enviaron primero a una unidad en Pinar del Río durante tres meses. Después desarrolló un primer periodo de doce semanas de entrenamiento en la Unidad 3234, de Infantería, en Artemisa, y fue trasladado a la Unidad 1087, de Servicios de Retaguardia del Ejército Occidental. Posteriormente, ubicado en la 2107, de Comunicaciones, en El Calvario, el recibió un curso de Telegrafía y desarrolló la labor de ayudante del operador de radio.

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